jueves, 16 de julio de 2015

Evacuación en helicóptero

“Atento parques parques parques grupo 1, grupo 1, grupo 1, laguna CAB en llamado de auxilio…”

La tarde pintaba abúlica mientras el grupo descansaba luego de varios días de caminar en la montaña. Estábamos dando una vuelta por el campamento cuando un grito desgarrador llamó nuestra atención…era momento de actuar…

Si estamos en una zona remota y ocurre una emergencia que implique el riesgo de muerte o de lesiones permanentes para uno de los integrantes de la travesía, tenemos dos opciones, o lo dejamos donde está (puede haber traslados hacia zonas más convenientes pero que no impliquen una evacuación en sí) e intentamos revertir la situación, o lo evacuamos a un centro de atención definitiva. Si la situación no se revierte o la evacuación no es exitosa, la víctima puede morir. Es en esas situaciones de emergencia donde quizás necesitemos una evacuación en helicóptero.

En países como Estados Unidos, Canadá, Francia, Suiza, España, Nepal, hay gran disponibilidad de helicópteros de rescate. Solo es cuestión de llamar y de acuerdo a la gravedad del hecho, el grupo SAR (Search and Rescue: búsqueda y rescate) resuelve los pasos a seguir. Los costos del rescate, normalmente los cubre el seguro del rescatado.

En Argentina, hay grupos SAR de las fuerzas de seguridad, nacionales, provinciales y privados. Las fuerzas armadas también tienen sus grupos SAR, pero excepto por convenio, no están disponibles al uso civil.

Los helicópteros que dependen del ministerio del interior y tienen su accionar a nivel federal (Policía Federal, Gendarmería Nacional (GN) y Prefectura Naval (PNA)) están solo para uso exclusivo de las fuerzas de seguridad, excepto lo autorice el Ministerio del Interior (MI).
El costo operativo de un helo de PNA puma SA- 330 US$ 1300 por hora
Y de una Lama o un AS 350 es de US$ 500 por hora.
De esta forma, el uso de las aeronaves fuera de las fuerzas depende del MI y los rescates podrán ser gratuitos o no (para el rescatado) según lo determine el ministerio.

Supongamos que un helirescate fuera una posibilidad, y que tenemos suerte y hubiera un helicóptero a disposición…

¿A quien llamamos?
¿Como preparamos la zona de aterrizaje (el helipad y el LZ: landing zone) para que aterrice el helicóptero?
¿Que tamaño tiene esa LZ?
¿Donde nos ubicamos?
¿Que deberíamos tener en cuenta?...
para esas preguntas es este artículo.
 
Helicópteros Eurocopter, ideales para rescate en montaña

Pedido del helicóptero

En USA, el pedido de un helicóptero para evacuar una víctima (MedEvac) puede hacerlo un grupo local de rescate SAR.
En Nepal, por ejemplo, teníamos el número de teléfono de un miembro del grupo de rescate y el del piloto y hablamos directamente con él, que a través de su agencia realizó los trámites previos a la evacuación.

Pero en Argentina, ¿a quien se le pide un helicóptero?

Depende de la jurisdicción donde estemos es a quien debemos llamar y ellos se encargarán de resolver la cadena de toma de decisiones que, dependiendo de la fuerza, termina en el Ministerio del Interior. Hasta hace un tiempo atrás, bastaba la orden de un juez. Hoy sube hasta el mismo ministro….pero eso puede estar cambiando en este mismo instante…
Si estamos en la costa o en el mar, lo hará Prefectura Naval y la decisión de enviar al helicóptero depende efectivamente del jefe de zona atendiendo la indicación del encargado médico. Si estamos dentro de un Parque Nacional, ese llamado lo hará el jefe de sección o el intendente a través de los canales de la Administración de Parques Nacionales (APN). En jurisdicción provincial, lo hará la policía de la provincia.
Como ejemplos particulares, el Parque Provincial Aconcagua tiene un servicio privado de helicópteros contratado por el parque que se costea con parte de dinero del canon de ingreso al parque.
En la provincia de San Juan, hay un operador médico evalúa las evacuaciones en helicóptero según la gravedad de la víctima.

Entonces…

Debemos conocer, no solo la jurisdicción sino también, de que recursos disponemos para comunicarnos con las fuerzas de seguridad (teléfonos, canales o frecuencias VHF, HF).y ellos se encargarán de realizar el pedido a través de los canales que correspondan en ese momento. Y dentro de las comunicaciones, deberíamos saber si es posible comunicarnos con el piloto o la tripulación en vuelo y por que medios.

Por otra parte, también debemos conocer los tiempos de vuelo hacia el sitio de la evacuación y los tiempos que requiere la preparación de la aeronave.

Ante una emergencia que requiera de una evacuación médica por helicóptero, lo ideal, es que el personal que está en el sitio se comunique directamente con el personal medico ya que son estos los que mejor pueden describir la situación de la víctima.
Del mismo modo, el personal “de tierra” puede transmitirle al piloto las condiciones del sitio de evacuación, meteorología, vientos locales y existencia y tipo de las zonas de aterrizaje.

Por eso, el pedido del helicóptero lo deberían hacer los grupos locales de SAR, o personal entrenado en técnicas de búsqueda, rescate y socorros (un guía), que son los que están entrenados y saben, técnicamente como va la cosa…

En tierra

Preparando una LZ
Para el despegue y el aterrizaje, el helicóptero precisa de un espacio libre de obstáculos, que esté nivelado y preferentemente con una brisa para el aterrizaje y despegue. El tipo de suelo (o agua) sobre el que aterriza y la topografía también es importante por el “efecto suelo”, que agrega, o no, sustentación al helicóptero durante el aterrizaje.
El tamaño del área depende del helicóptero, pero como medida general, un área despejada de 30 m x 100 m para aterrizaje y despegue.
Si hay viento (más de 45 nudos, o ráfagas de más de 20) el piloto puede decidir no aterrizar.
 
Helipad en la Zona de Aterrizaje. Blanqueo de la H, con arroz.

Si bien el piloto es el que decide como, cuando y donde, es ideal marcarle la LZ con un Helipad (H) y marcarle la intensidad y dirección del viento con una manga (puede ser improvisada, un cubre mochila, un rollo de papel higiénico) o una bengala de humo (o encender fuego que libere humo).

El operador de tierra
Es una persona entrenada que le indica por señas manuales (código internacionalmente aceptado) por donde ingresar, (se sitúa  de espaldas al viento, con los brazos extendidos señalando la zona de aterrizaje, frente al helipad), donde aterrizar y por donde salir. Es importante que la persona que da las señales esté posicionada fuera de la trayectoria del rotor principal y pueda ser observada fácilmente por el piloto y el aparato debe tener una vía de escape en su aproximación.
De todas maneras, lo más probable es que el piloto no preste indicación a las señales del operador, principalmente por no conocer la experiencia de este en operaciones con helicópteros.
Dado que es muy peligroso estar cerca del aparato durante el aterrizaje (o el despegue), sólo el operador de tierra puede estar el en área.  El resto de la gente, los socorristas, la víctima, o quien sea, deben estar alejados, fuera de la vía de escape y protegidos del viento que genera el rotor principal (protejerse los ojos y estar atentos a las cosas que vuelen y puedan lastimarnos a nosotros y a la víctma).

Nótese el viento generado por el rotor principal de este sea king de la armada.

Y por esto mismo, por el viento, en la LZ no puede haber nada suelto que pueda volarse y perjudique al helicóptero. Todo debe estar asegurado y guardado.

Cuando el helicóptero está en la LZ.
Nunca acercarse al helicóptero hasta el que piloto lo autorice.
Siempre acercarse agachado por el frente del helicóptero, para que el piloto nos vea.
Nunca acercarse al helicóptero por el costado donde el terreno circundante sea más alto que el helipad.  Las aspas pueden cortarnos la cabeza.
Nunca acercarse al helicóptero o bajar de el con los rotores girando a menos que el piloto de la orden de hacerlo.
El piloto es el comandante de la aeronave y es responsable del helicóptero. El toma todas las decisiones que involucren a la aeronave.
 
Aproximarse por el frente luego de ser autorizado por el piloto

Los helicópteros se caen…
En EEUU, el 38% de las muertes ocurridas durante rescates en montaña es por la caída del helicóptero y es la principal causa de muerte en grupos de rescate. En la zona de El Chaltén ya se perdieron dos helicópteros que participaban en rescates teniendo que lamentar la muerte de un piloto.
En Nepal, el helicóptero que nos sacó del Yangma, se estrelló meses más tarde muriendo el piloto y 3 tripulantes.
 
Este eurocopter se estrelló en mayo de 2015. Aquí repostando combustible en el patio de una escuela.
Esto va como un llamado de atención sólo para considerar si corresponde poner en riesgo la vida de las tripulaciones en un rescate o del personal de tierra. Eso lo evalúan,

1.     quien realiza el pedido del rescate,
2.     quien autoriza el vuelo (es una cadena, y es el principal fusible de responsabilidad, ahí nadie quiere hacerse cargo) y
3.     el piloto.

El artículo técnico termina aquí…al que le interese, algunos ejemplos de cómo hemos operado en el pasado en distintas situaciones.

Ejemplos
Caso 1:
Evacuación aérea por quemaduras. Laguna CAB, Bariloche, 2005.

Una tarde de febrero de 2005 en Laguna CAB, una zona remota a un par de días caminando desde Bariloche, guiaba un grupo de adolescentes hacia Pampa Linda bajo una metodología de aprendizaje por experiencia y formación de líderes. Hacia las 20, una de las integrantes del grupo, de 15 años, se vuelca sopa hirviendo sobre las piernas mientras cocinaba. Luego de estabilizada la escena, la evaluación primaria y efectuados los primeros auxilios iniciales y bajo supervisión de otros los 2 adultos del grupo, también socorristas, me comuniqué por VHF con el ICE (Incendios Comunicaciones y Emergencias), el grupo de rescate de Parques Nacionales en el Parque Nacional Nahuel Huapi. Les comuniqué la naturaleza de la emergencia y solicitaba una evacuación ya que no podríamos auto evacuarnos por el tipo y ubicación de las quemaduras (de segundo grado en las piernas). El operador del ICE, también socorrista, comunicó que si las condiciones eran viables, enviarían un helicóptero de Fuerza Aérea asignado a tareas de incendios y rescates a las 6:30 AM ya que los helos argentinos no pueden operar de noche. Eso implicaba pasar una noche con la víctima realizando los tratamientos necesarios.

Como habíamos llegado durante la tarde, ya había resuelto donde estaría el helipad en caso de que ocurriese algo (que pasaría si…recuerden el ejercicio que les comenté es ideal hacer mientras uno anda por ahí. Cuando la emergencia ocurre, ya lo tienen resuelto). Solo debíamos despejarlo de piedras y marcarlo con la H. Ese ejercicio de limpieza también ayudaba a bajar el estrés del resto del grupo al asignarle tareas y un propósito de ayuda. Durante toda la noche continuamos con los primeros auxilios para disminuirle el dolor y las molestias a la paciente. A pesar de la lluvia, a las 6 hubo una ventana de buen tiempo, por lo que comunique al ICE la ubicación exacta del sitio con GPS, las condiciones topográficas de la LZ y las condiciones meteorológicas del lugar. Colocamos una manga y un operador de tierra para asistir en la maniobra. Luego del aterrizaje, el encargado médico del ICE bajó del helo para llevarse a la víctima. En el helicóptero había un grupo de rescate por si no podían aterrizar en esa LZ y tuviesen que acercase caminando desde otro punto para evacuar. Una vez subida la paciente al helicóptero, éste despegó sin novedad llevándola al hospital de Bariloche.

Lo positivo
ü      La disponibilidad del helicóptero gracias al convenio de Parques con las FFAA y su presencia con personal entrenado en SAR.
ü      La capacitación del personal de tierra en primeros auxilios, comunicaciones y operación con helicópteros permitió una evacuación relativamente rápida de la víctima. La alternativa era una larga evacuación a pie que podría durar dos días.
ü      El planteo de escenarios a priori permitió tener resuelta la evacuación antes de que el accidente ocurriese

A mejorar
ü      Hubiera sido conveniente para la víctima poder salir del sitio con un adulto responsable del grupo ya que era menor, pero el piloto se negó a aumentar el peso dentro del aparato por cuestiones de seguridad.

Importante…el equipo personal normalmente no sube al helicóptero. Eso queda a consideración del piloto y debemos tener en cuenta que la víctima necesitará además, ropa, papeles, documentos y comunicación con los familiares. Si no podemos facilitárselos en ese momento, debemos comunicarnos con quien pueda facilitarle estas cosas en el centro de atención definitiva.

Caso 2:
Trastornos clínicos agravados por Mal de Altura. Octubre de 2014, Valle del río Yangma, Nepal.

En la alta montaña, más allá de los 3000m, es común sentir los efectos de la atura, manifestándose en distinto grado y conocido como Mal Agudo de Montaña (MAM). Es imposible prevenirlo y todos somos afectados en mayor o menor medida por el “Mal de Altura”. Lo variable es la gravedad con que nos afecta y la mejor forma de disminuir sus efectos es a través de una correcta aclimatación.
Por otra parte, los efectos de la baja presión de oxígeno en altura sobre nuestra fisiología, complican cualquier cuadro clínico pre existente o que se presente durante nuestro tiempo de permanencia en la altura.

A: Signos y síntomas de Infarto de miocardio
Poco más arriba de los 3000 m, un cliente se queja de malestar estomacal e indigestión. Un exhaustivo cuestionamiento sobre signos y síntomas llevan a suponer, una indigestión estomacal, o un infarto de miocardio. Vamos por esta última que es más grave. Mientras recostamos a la víctima en posición semi sentada, intentamos comunicarnos vía satélite con el grupo de rescate privado “Mountain Helicopters” con quienes ya teníamos acordadas las evacuaciones en caso sucedieran. Sin embargo, la orientación Norte Sur del valle y siendo este, uno de los valles más profundos del mundo, hacían que la comunicación por satélite fuera imposible. Hacía días que intentábamos una conexión sin éxito (por este motivo teníamos localizados ya los sitios donde había enlace por radio teléfono). Por fortuna un caserío cercano contaba con uno de estos enlaces. Localizamos una LZ para una posible evacuación mientras manteníamos a la víctima en observación. Todo el equipo quedó en stand by mientras se evaluaba el progreso del cuadro clínico.

Sin señal satelital en un valle profundo

Afortunadamente, el caso evolucionó favorablemente no resultando un problema cardíaco sino una “simple” indigestión.

ü      Nuevamente el planteo de escenarios y la resolución de los “problemas” antes de que ocurran nos permitió una rápida respuesta en el sitio. De todas maneras, una evacuación en helicóptero hubiera llevado horas por los tiempos de vuelo desde Kathmandú (sin considerar las condiciones atmosféricas del aeropuerto de despegue) hasta el sitio de evacuación.

Importante: Hay que plantearse siempre el peor escenario y obrar en consecuencia pero sin descartar las otras opciones y manteniendo todo en observación a lo largo del tiempo.

B: Evacuación por complicación de cuadro clínico
Ya a 4800m, el cliente se queja de problemas respiratorios y estomacales que le dificultan dormir, trasladarse y  ”vivir” su vida cotidiana…, agravado por la altura. Si bien esto no pone en riesgo su vida, los 6 días de difícil regreso son casi impracticables con ese cuadro, por lo que decide cubrir los costos de una evacuación en helicóptero.
Dado que estábamos a mayor altura, fue posible comunicarnos vía satélite con el piloto que realizaría la extracción. Con los teléfonos satelitales, el teléfono debe “ver” al satélite para que se establezca la comunicación.
Transmitimos la información de posición (por carta, con el datum de la carta y por gps con el datum wgs84), cuál es el valle que conviene seguir para llegar al sitio y la ubicación del helipad en el valle y cuales fueron las condiciones meteorológicas in situ en los últimos días para darle idea de lo que podría venir. La extracción sería en la mañana siguiente con un tiempo de vuelo estimado en 2hs (ida y vuelta 4 hs, más 3 despegues). Eso implica que en algún sitio debe hacerse recarga de combustible.
Al día siguiente, después del mediodía y con un retraso por las condiciones ambientales, 3 miembros del grupo fueron cargados en el helicóptero, repostándose combustible durante el regreso.

Caso 3:
14 de Diciembre de 2014: Caída de un helicóptero durante el rescate de un turista en la zona del Cerro Fitz Roy

La Cordillera de los Andes en la Patagonia Austral es bien conocida por sus fuertes vientos. El anticiclón de Pacífico Sur está en esas latitudes y los vientos antárticos también inciden sobre ese sector y además, el campo de hielo patagónico sur funciona como una fábrica constante de vientos catabáticos. Eso hace de El chaltén…una zona algo ventosa.

Durante el mediodía del 14 de diciembre, dos fotógrafos alemanes, transitaban desencordados por el glaciar Fitz Roy Norte. Transitar a esa hora por un glaciar, sin cuerda, es tirar demasiado de la cuerda de la selección natural…y uno de ellos cae en una grieta, golpeándose en la caída.
El que queda fuera, marca el lugar dejando la cuerda en el sitio (sin intentar sacar al accidentado) y parte en busca de ayuda. Llega al sector conocido como “piedra negra” donde guías de montaña de El Chaltén le prestan ayuda y llaman a la Comisión de Auxilio Favio Stedille, del Club Andino y al grupo de rescate de Parques Nacionales (ICE). Este grupo de gente mayormente voluntario, está formado por guías de montaña, porteadores, escaladores, brigadistas (ICE) y gendarmes (grupo de rescate en montaña de GN). Este grupo tan variopinto, es el grupo de rescate en montaña mejor entrenado del país y el que cuenta con mayor número de rescates. Rápidamente se pone en funcionamiento el sistema de respuesta, con el sistema de comando de incidentes, formándose los distintos grupos que irían escalonadamente al rescate (grupo helicóptero, grupo de contacto, grupo glaciar,  grupo contrapeso y grupo transporte), que debían hacer la extracción de la grieta, los primeros auxilios y traslado por el glaciar hasta el paso del cuadrado, bajarlo hasta fuera del glaciar y luego descolgarlo de ahí por una pendiente muy empinada hasta el fondo del valle del río eléctrico y trasladarlo de ahí hasta la ruta. Mientras se preparaba todo esto, el jefe de grupo solicita un helicóptero que es denegado. Sin entrar en detalles, un piloto de helicóptero de la localidad de El Calafate, se ofrece voluntariamente para llevar un grupo de rescatistas hasta el sector del accidente y vuela hasta El Chaltén en su Robinson.  El grupo de rescate a pie continúa avanzando por si hubiera algún inconveniente con el helicóptero.
Ya en Chaltén, el piloto decide llevar solo al guía de montaña en el Grupo Helicóptero, dejando al médico de rescate en tierra, “por las dudas”. El Robinson no es un helicóptero de rescate. Su motor es de combustión y no de turbinas, por lo que no es ideal para volar en montaña en esas condiciones. Vemos salir el helicóptero que se pierde tras el Fitz Roy….
5 minutos después el guía llama al centro de comando por la radio…que el helicóptero se cayó, y se incendió…que no pudo sacar al piloto…todos escuchamos atónitos esta conversación sin saber tampoco que la médica y jefa de grupo no había subido al helicóptero….pensábamos lo peor…
Y además el rescate del alemán debía continuar…
El guía de montaña desciende del “boquete del Pier Giorgio” donde ocurrió el accidente, destrepando por la pared y se dirige hacia la grieta donde había caído el alemán, siendo uno de los primeros que llegan hasta el sitio. Participa del rescate en su totalidad que duró toda la noche hasta casi el mediodía del día siguiente sin mayores consideraciones.

Lo positivo
ü      La capacitación del grupo de rescate y que continuó con el rescate independientemente de que hubiera un helicóptero “disponible”
ü      La entereza del grupo luego del accidente.

A mejorar
     ü      Ningún rescate justifica la muerte de un rescatista.
ü      Plantearse seriamente la existencia de helicópteros de rescate en montaña, pilotos entrenados en montaña y tener un plan serio a nivel nacional de SAR.

El helicóptero es tan bueno como el piloto que lo vuela y el piloto que lo vuela es tan bueno como el helicóptero que vuela.

Saludos y buena remada!

Santiago




lunes, 13 de julio de 2015

Acciones a tomar cuando remamos en agua fría

Manteniéndose vivo



Como describimos en el artículo anterior
Existen 4 etapas en las que podemos morir por inmersión en agua fría.

El ahogamiento por shock térmico (0 a 2 minutos)
El ahogamiento por incapacitación (5 a 15 minutos)
La muerte hipotermia (a partir de los 30 minutos)
La muerte durante el rescate

Esto es fácil de evitar con una buena prevención y el equipo acorde al sitio donde estamos remando.

Podemos hacer distintas aproximaciones para analizar esto y la primera sería, evitar caer al agua…

Para no caer al agua (o no sumergir completamente el cuerpo) debemos…

No meternos en sitios donde no deberíamos estar
De ninguna manera digo “dedíquense a otra cosa” sino por el contrario, la experiencia nos indica que caminos transitar y cuales no…
Conocer nuestras limitaciones y trabajar dentro de nuestra área de conocimiento.

El uso adecuado de las herramientas que poseemos hoy día (el acceso a los pronósticos en tiempo real, tablas de corrientes y marea, etc), permiten una buena planificación, con todo lo que una buena planificación implique (planificar el día, la ropa de kayak y la extra, la comida y bebida, los planes b y c, los planes de contingencia, el vivac, el fuego, los rescates, la evacuación, llamar a….).
Y como siempre, el ejercicio del buen criterio a la hora de tomar decisiones correctas disminuirá las probabilidades de un desastre.

No remar solo
En nuestras salidas en zonas muy frías, nunca deberíamos remar solos ni en zonas muy expuestas a las corrientes, vientos y rompientes.
De todas maneras, elaborar un plan de navegación (y ser estrictos con ese plan) y dejarlo en distintas manos es una buena alternativa y aumenta nuestras probabilidades de supervivencia.

Mantenerse entrenado y en forma
El dominio de las técnicas básicas y avanzadas de remo (como los apoyos) disminuirá en gran medida los riesgos de caer al agua. El hecho de “estar en forma”, también promueve una actitud mental positiva y nos da un extra físico a la hora de encarar un rescate o tener que salir de una zona complicada.

Hidratar y comer bien
Debemos tener reservas de alimento acorde a la actividad que estamos encarando. No es posible restringir la dieta durante una expedición. Necesitamos una provisión constante de energía, para remar, o temblar.
La correcta hidratación es necesaria para termo regular.

Aclimatarse
Como indicamos en el artículo anterior, aclimatarse en agua fría disminuye en gran medida el shock térmico por golpe de frío…lo mejor, aclimatarse entrenando.

Una vez en el agua….

Usar chaleco salvavidas
El chaleco salvavidas evita la muerte en los dos primeros casos…no hay excusas para no usarlo ni mayor explicación…pero nos mantendría vivos hasta que nos rescaten, salgamos del agua o nos mate la hipotermia.

Rescatarnos rápidamente
El rescate y auto rescate es la maniobra más eficiente para no permanecer en el agua. Para eso necesitamos entrenarnos (mucho) en la técnica correcta para que la maniobra de rescate sea efectiva rápidamente.
El rol debería salir “siempre”, en cualquier condición. Incluyendo la zona de rompiente.
Rol, re ingreso y rol, uso del paddle float y rescate asistido deben ser prácticas comunes y regulares en todas nuestras salidas. El simple hecho de mojarnos nos mantiene aclimatados al agua fría y con una actitud mental positiva.

De todas maneras, volcarse es siempre una posibilidad, no poder subir al bote es una posibilidad y perder el bote es una posibilidad… entonces…

Vestirse para la inmersión
En aguas frías (por debajo de los 10 grados) es conveniente vestir un traje seco o un traje húmedo de kayak que nos permita remar cómodamente. Por debajo del traje seco deberíamos utilizar la ropa acorde a la temperatura del agua (y del aire), teniendo en cuenta la hipertermia por actividad física.

Llevar elementos de señalización y comunicaciones
Una vez en el agua, no tenemos mucho tiempo para llamar nuestra atención (SPOT, VHF, teléfono celular, satelital, bengalas, silbato, luces). El entumecimiento de los dedos hará muy difícil un pedido de ayuda. Es necesario llamar la atención cuanto antes tanto dentro como fuera del grupo. Recordar que un rescate organizado desde “fuera” lleva un tiempo…

Prevenir la hipotermia y evitar que avance
Esto es importante tanto cuando estamos “secos” como cuando estamos en el agua. En el terreno, una vez superada la hipotermia moderada, no hay forma de recuperarla, pero podemos evitar que continúe avanzado.
Una vez en el agua, disminuir la inmersión saliendo del agua sobre el bote o “hacernos bolita”.
Ante los primeros signos de hipotermia, debemos actuar rápidamente. Abrigo, alimentación, hidratación, ejercicio..

Entrenar una actitud mental positiva
Entrenar, jugar, estar en el agua, nos permite estar relajados a la hora de encarar un hecho mas comprometido. Estaremos mejor predispuestos para afrontar la incertidumbre porque ya lo habremos hecho.
Pensar con claridad mientras estemos calientes…
Podemos mantener la mente clara después de una inmersión en agua fría durante 15 minutos?

Y una vez fuera del agua…

Podemos calentarnos? Tenemos herramientas para recalentarnos? Ropa seca de repuesto? Montar un vivac? Comida para mantenernos calientes por dentro?

Si tenemos en cuenta estos factores a la hora de salir a remar en zonas de agua fría, aumentaremos enormemente nuestras probabilidades de supervivencia.

Saludos y buena remada!

Santiago


miércoles, 24 de junio de 2015

Inmersión en agua fría

Es raro…

…la mayoría de los accidentes mortales en kayakismo son producto de la inmersión en agua fría...y es un tema que está muy poco tratado en la bibliografía “convencional” de kayakismo de travesía…

Como este artículo es muy largo. Lo desglosamos en dos, lo técnico y lo práctico.

“Inmersión en Agua Fría” y
“Acciones a tomar cuando remamos en agua fría”

que publicaremos en los próximos días y está más enfocado en el kayakismo de travesía.

Ya hemos escrito sobre agua fría en este blog


Pero ahora le daremos otro enfoque

1. Cual es el riesgo de la inmersión en agua fría.
2. Que podemos hacer para contrarrestar los efectos del agua fría.

Les pregunto ahora… (y piensen una respuesta)

¿De qué muere uno en el agua fría?

Y la otra…

¿En cuanto tiempo de estar sumergidos en el agua nos morimos de hipotermia?

Pero…¿qué es agua fría…?

Obviamente la definición es variable, pero como para darles una idea…

La temperatura del agua térmicamente neutra, a la cual la pérdida de calor está equilibrada con la generación de calor en un sujeto desnudo en reposo (sin temblores), está entre 33º C y 35º C. Por debajo de esa temperatura perdemos calor y podemos entrar en hipotermia.

Sin embargo, el riesgo de hipotermia por inmersión comienza en agua cuya temperatura es inferior a los 25º C y aumenta significativamente a los 15º C y esa es la temperatura que vamos a tomar como norma para definir “agua fría”.

Agua Fría

Como ejemplos prácticos, la temperatura de los lagos Argentino y Viedma es de entre 6 y 8 grados en verano y la del Atlántico Sur en mayo es de 5 grados (esa era la temperatura de agua cuando se hundió el ARA General Belgrano el 2 de mayo de 1982).

Entonces y volviendo al título de este artículo, la “inmersión en agua fría” está asociada a dos cosas…la inmersión en agua (morir ahogado)… fría… (la hipotermia y las respuestas fisiológicas asociadas al frío del agua).
Parece simple, pero no lo es tanto…
Primero unos ejemplos muy cercanos.

Isla de los Estados, Tierra del Fuego
A las 8 de la mañana del 28 diciembre de 2011 durante el transcurso de una expedición de circunnavegación de la Isla de los Estados, dos kayakistas salen de Bahía Franklin en el extremo Oeste de la Isla, hacia Bahía Flinders, su destino final para ese día, a unos 25 km de distancia hacia el este.
Habían salido temprano porque según lo pronosticado para ese día, se esperaba más viento de lo usual a partir de las 16 hs, por lo que desayunaron abundantemente, desarmaron el campamento y zarparon esa mañana fría de diciembre.

Remar con viento, marea y escarceo, es algo usual en Patagonia Austral. Pero aún más en la Isla de los Estados, uno de los sitios más complicados del mundo para remar y particularmente ese sector de la isla, que está más expuesto a la corriente y a los vientos del W y NW que soplan constantemente, a lo que se le suma pocas vías de escape en esa costa acantilada…

Luego de dos horas de remar en mar grueso, el viento comenzó a incrementar su intensidad y con él, las olas de viento y el escarceo…
Y la situación empeoraba…de repente se enfrentaban a olas de mar de fondo de unos 6 metros que rebotan contra la pared acantilada…sumándose a las otras que vienen y van, encontrándose con las olas de viento. Un escarceo letal con viento de frente, de unos 60 km/h y ráfagas de 120 arrastrando olas de viento…

Estas eran las condiciones en ese instante, al momento que ya dejaron de verse, porque la altura de las olas no lo permitía aunque estuvieran separados unos metros de distancia. Era como estar en el lado oscuro de la luna…a mitad de camino del zarpe y ya no había vuelta atrás ni costa protegida. Sólo quedaba remar…

También en ese mismo momento, Freya Hoffmeister luchaba por su vida cerca del cabo de Hornos, en el día más complicado de los 4 años que duró su vuelta a América del Sur en kayak.

Y los amigos nunca volvieron a verse…

Los dos cayeron al agua en algún momento, uno de ellos pudo rolar y seguir remando hasta que logro salir. El otro no… cayó al agua y no pudo volver al bote. A pesar de tener chaleco salvavidas y dos capas de ropa bajo el traje seco, su cuerpo fue encontrado sin signos vitales unas horas más tarde por el aviso “Gurruchaga” de la Armada Argentina

Isla Lennox


Río Grande, Tierra del Fuego
Una mañana de invierno, Chefi, un kayakista local de Río Grande y Rugbier, decide salir al mar por fuera del estuario. Hay viento de tierra, fuerte bajante y la corriente del río. Todo esto empuja el agua hacia fuera.


Río Grande, Tierra del Fuego 

Viento, corriente, marea y olas en invierno en Patagonia austral…
Además, Chefi decide probar un bote y una pala nuevos ese día….una bracsa y un kayak prestados… y como todo buen kayakista fueguino, con su traje seco. Debajo del traje, una sola capa de ropa sintética.

Chefi y un compañero, luego de dar el aviso a prefectura de su partida, salen al mar, pero ni bien pasa la rompiente el bote se vuelca, mojándose la cabeza. Le grita a su compañero pero no hay respuesta y su compañero, no está a la vista.

Uno, dos, tres intentos infructuosos de subir al bote, cargado de agua. Con el bote así cargado, el oleaje, las olas y el viento, Chefi no lograba la estabilidad necesaria y se vuelca una y otra vez. Cansado y frío, pero tranquilo al ver movimiento en la playa, Chefi decide sacar el cuerpo del agua lo más posible recostándose sobre el kayak, dejando solo las piernas sumergidas, que irá moviendo alternativamente para entrar en calor.
A los 45 minutos, Chefi es rescatado por una embarcación de prefectura naval en avanzado estado de hipotermia. Es trasladado al hospital donde el médico de guardia le indica “una ducha”, pero es interceptado por un médico de terapia intensiva que le realiza un tratamiento intrahospitalario contra la hipotermia. La temperatura central de Chefi en ese momento era de 30º C. Luego de pasar 24 hs en observación, volvió a su casa y se recuperó completamente.

Luego durante el artículo, volveremos a estos ejemplos locales.

¿Que nos ocurre cuando caemos en agua fría?

Una vez que caemos al agua fría, podemos dividir el estadio en 4 fases

1.    Shock térmico o “golpe de agua fría”
2.    Incapacitación por frío
3.    Hipotermia
4.    Colapso durante el rescate

1. Shock térmico (0 a 2 minutos)
La inmersión súbita en aguas frías estimula una o más inspiraciones involuntarias (“bocanadas”) que usualmente son seguidas de hiperventilación, dificultad para controlar la respiración, aumento de la frecuencia cardíaca y aumento de la tensión arterial.

Como vemos, el golpe de frío es un problema a los pocos segundos. Es el responsable de la mayoría de las muertes caratuladas como ahogamientos en aguas por debajo de los 15°C y explica esas historias de gente que muere cuando cae un vehículo al agua y las víctimas no pudieron salir del auto o historias de deportistas que no pudieron regresar a la costa o a una embarcación a pesar de que estaban muy cerca de la salvación.

Lo que ocurre
Si la cabeza queda sumergida, con las inspiraciones involuntarias ingresa agua a los pulmones resultando en el ahogamiento de la persona en lo inmediato.

La hiperventilación usualmente disminuye en menos de 1 minuto pero causa sensación de sofocación, pánico, mareos y confusión…lo que tiene un efecto retro alimentador...más hiperventilación, más pánico, más mareo, incapacidad para nadar… que pueden terminar en un ahogamiento porque somos incapaces de mantenernos a flote.

Shock Térmico. Control de la respiración.

Si no hay suficiente control de la respiración, pedir ayuda o inflar un salvavidas se dificultan. Tampoco se puede contener la respiración por más de 5 segundos, por los que se podría inhalar agua si la boca está sumergida o si se intenta nadar en aguas turbulentas (mar agitado, aguas blancas).

Al mismo tiempo, la víctima experimenta un aumento en el ritmo cardíaco y un incremento en la tensión arterial. Las personas con problemas cardiacos pueden sufrir una parada cardíaca o una fibrilación ventricular debida al shock térmico.

2. Incapacitación por frío (5 a 15 minutos)
Para los que hayan sobrevivido a la respuesta fisiológica por golpe de frío, el enfriamiento periférico continúa, especialmente en las extremidades:

Expuesto al frío, el cuerpo reacciona tratando de preservar la temperatura central a través de la vasoconstricción periférica. Este “enfriamiento / vaso constricción” tiene un efecto sobre la actividad neuromuscular, siendo más importante en las manos donde la circulación sanguínea llega a ser apenas perceptible. Esto lleva al entumecimiento de los dedos, una pérdida de la motricidad fina y gruesa, pérdida de potencia muscular y dificultad para nadar.

La perdida de motricidad impide ejecutar los procedimientos mínimos de supervivencia como operar una radio o sujetarse a un cabo de rescate.
En aguas cercanas al congelamiento, este proceso puede ocurrir entre los 5 a 10 minutos. Una vez iniciado, es de carácter irreversible.

En aguas que son significativamente frías, la habilidad para nadar apenas alcanza a un período de entre 5 minutos a 1 hora. Finalmente, el cuerpo queda casi vertical en el agua hasta que no se logra ningún avance. No se puede levantar un brazo para pedir ayuda, no se puede controlar la respiración para gritar, no se puede mantener la vía de aire abierta.

La muerte, eventualmente se produce por ahogamiento por no poder mantenerse a flote, nadar o subirse al kayak, o por inhalación de agua en condiciones turbulentas.

Hasta aquí, quien no lleve un chaleco salvavidas o un dispositivo de asistencia a la flotación, (los chalecos salvavidas que se usan en el kayakismo o DAF), se ahoga…

3. Hipotermia (30 minutos en adelante)
El agua, mejor conductor, “nos enfría”, 25 veces más que el aire, a una misma temperatura. Por lo que la hipotermia avanza más rápido en el agua que en le aire.

Clínicamente la hipotermia ocurre cuando la T corporal es de 35°C  o menos.
Podemos dividir el avance en 4 estadios.


Hipotermia
T corporal °C
Capacidad de la victima de recalentarse sin fuentes de calor externas
Manifestación Clínica
Leve
35° a 33°
Buena
Pérdida de motricidad fina y gruesa (ataxia, apatía, amnesia, dificultad para hablar)
Moderada
28° a 32°
Limitada
Desaparecen los temblores
Pérdida de conciencia
Severa
<28°
No
Rigidez
Signos vitales reducidos o ausentes
Riesgo de inducir mecánicamente una FV
Profunda
<25°
No
Fibrilación Ventricular espontánea
Paro cardíaco

En el terreno, como será imposible medir la temperatura con un termómetro de hipotermia, veremos la manifestación clínica de ésta. La clave está en el cese de los temblores, donde la hipotermia avanza a Severa. Es en este punto donde los mecanismos compensatorios pierden la capacidad de termo regular correctamente y necesitamos de fuentes externas para elevar la temperatura corporal.

En agua helada y si se dispone de un DAF puede pasar más de una hora antes de que la persona quede inconsciente debido a la hipotermia. Luego de eso, puede pasar otra hora hasta que el corazón deje de latir.



4-Colapso durante el rescate.
Aproximadamente, el 20% de las personas rescatadas con vida de incidentes en aguas frías muere por complicaciones durante el rescate. Si bien el mecanismo no es del todo claro, hay distintas hipótesis:

Previo al rescate:
En el momento anterior al rescate, cuando la víctima ya sabe que va a ser rescatada, hay una relajación mental. La consecuente disminución en la generación de la hormona del estrés puede llevar a una caída de la presión arterial, resultando en un desmayo y muerte por ahogamiento.

Durante el rescate:
Sacar a una persona del agua en posición vertical puede hacer que la sangre se estanque en las extremidades, con la consecuente disminución de la tensión arterial. Cualquier trabajo cardíaco extra o manipulación violenta puede llevar a paro cardíaco de un corazón enfriado.

Después del rescate
Los desperdicios generados por el metabolismo anaeróbico a nivel periférico que vuelven al torrente sanguíneo, un corazón predispuesto a arritmias, la disminución de la tensión arterial, el continuar perdiendo temperatura y la hipoxia por compromiso gaseoso debido al agua que ingreso a los pulmones, son causas comunes en las muertes durante el traslado y el tiempo posterior al rescate.

Discusión
Volvemos a las preguntas…

¿De qué muere uno en el agua fría?

Como vimos, en lo inmediato el principal problema de caer al agua fría, no  es la hipotermia, sino la respuesta fisiológica del golpe de agua fría y la perdida de capacidad para moverse.
Esto ocurre dentro de los primeros 15 minutos y quien no tenga un algún dispositivo de flotación corre un serio riesgo de ahogarse.

¿En cuanto tiempo de estar sumergidos en el agua nos morimos de hipotermia?

Según diversos estudios y registros de supervivientes, una persona de tamaño normal, con vestimenta liviana y un DAF puede sobrevivir de 3 a 6 horas en aguas a 10° C quedándose quieto.
¿Es más o menos de lo que pensaron?

La regla de supervivencia en agua fría es “1- 10 – 1

1 minuto                   Para controlar la respiración
10 minutos                       De movilidad efectiva
1 hora                      Hasta la inconsciencia por hipotermia

La respuesta del golpe de frío es, en principio, involuntaria. Sin embargo, como es fisiológica, podemos aclimatarnos para modificar esa respuesta.

Si normalmente realizamos actividad en agua fría o nos estamos preparando para una expedición en agua fría, podemos aclimatarnos tomando duchas frías (con 2 minutos por sesión es suficiente) o con prácticas regulares de rescate y auto rescate y rol en las condiciones normales donde desarrollamos esa actividad.

Traje anti exposición en un "hermoso" día en el Lago Grey

Además de la aclimatación, la ropa adecuada disminuye la magnitud de la respuesta al golpe de frío, al limitar la cantidad y la velocidad en la que el agua fría llega a la piel. Esto disminuye significativamente el reflejo cardio respiratoio de la inmersión súbita.
Cuando Chefi fue consultado respecto del instante en el que cayó al agua, dice no haber sentido frío inmediatamente, excepto en la cabeza porque su traje seco no tenía capucha.

La idea equivocada de que nos vamos a morir en 5 minutos por la hipotermia es extremadamente perjudicial. Eso solo sirve para generar más pánico y más hiperventilaciones aumentando la probabilidad de muerte por ahogamiento.

La preparación mental es fundamental para controlar el pánico y disminuir la respuesta emocional. Además debemos realizar un esfuerzo conciente para controlar la respiración. Sepamos que en tres minutos, los efectos del golpe de frío, disminuyen.

Las prioridades en los primeros tres minutos son:
(1) Sobrevivir al primer minuto
(2) Sobreponerse al pánico
(3) Controlar la respiración

Si sobrevivimos a estos primeros tres minutos, nos queda el hecho de la incapacidad motriz y como ésta incapacidad se incrementa con el tiempo, debemos actuar rápidamente.
El tener un dispositivo de flotación va a evitar la muerte por ahogamiento a corto plazo, eso si el agua no está demasiado turbulenta y podemos mantener la vía de aire abierta.

En esta segunda etapa las prioridades serán,

(1) Asegurarse la flotación
(2) Minimizar la cantidad de cuerpo sumergido 
(3) Pedir ayuda
(4) Decidir si nadar o quedarse quieto

Ya sabemos que no vamos a entrar en hipotermia a corto plazo, entonces debemos administrar la forma de perder menos calor o conseguir ayuda antes de que no podamos movernos.

El pedido de ayuda, también debe ser lo antes posible.
La mayoría de los equipos modernos requieren de operación con los dedos y cada vez será más dificil operar los equipos.

Y eso incluye la decisión de si nadamos o esperamos.

Esos son los dos factores que más van a afectar nuestra supervivencia en el agua a largo plazo.

Nadar o esperar el rescate
En inmersión, todo movimiento nos va a enfriar más rápido que el quedarnos quietos, debido al incremento de la circulación periférica que, al enfriarse por conducción, enfría el cuerpo. Incluso todo lo que hagamos para mantenernos a flote.

Sin embargo y a pesar de eso, la decisión de nadar debe estar motivada por la posibilidad de lograr ser rescatado o llegar a salvo a algún sitio en el corto plazo. En un estudio realizado en los  EEUU un grupo de nadadores (con PFD y ropa liviana) lograron nadar entre 800 m y 1400 m en agua a 10º. De esta manera, de haber una costa o la salvación estuviera cerca, aun podemos nadar una gran distancia. Sin embargo, la probabilidad de éxito se reduce significativamente con el tiempo (debido al incremento de la incapacitación por frío).
Es así que la decisión de nadar o no debe ser tomada en las primeras instancias y depende de distintas variables:

Morfología del cuerpo (tamaño, tejido adiposo, entrenamiento), temperatura del agua, olas y corriente, proximidad de la costa, proximidad de ayuda, habilidad para nadar y disponibilidad de dispositivos de señalización, dispositivos de flotación y ropa aislante.

No hay respuesta concreta a la pregunta ¿Tengo que nadar? Ya que cada situación es diferente…

Si no es posible el auto rescate, o nadar hacia la salvación, hay que evitar la pérdida de calor. Si tuviéramos que permancer en el agua, la clave es no moverse, hacerse bolita, ajustar las capas de ropa para que el agua no circule.
Si tenemos un kayak nos subimos a el e intentamos sacar la mayor cantidad de cuerpo del agua. No importa la temperatura externa ni las condiciones. Siempre va a ser mejor estar fuera del agua.


En el caso del incidente en Isla de los Estados, el chaleco salvavidas y la ropa puesta eran lo correcto para evitar el golpe de frío y el entumecimiento. Sin embargo, el estado agitado del mar, el oleaje y el viento en ese momento pueden haber hecho muy difícil el mantener la vía de aire abierta.
El haber conservado el bote también hubiera aportado a la supervivencia, pero nuevamente las condiciones ambientales reinantes deben haber hecho imposible recuperar el bote una vez perdido el contacto.
La natación “hacia alguna parte” tampoco tenía sentido, porque no había costa resguardada a donde ir o evacuación inminente. Sólo quedaba esperar el rescate en el agua.
En definitiva, mar agitado (obstrucción de vía aérea, pérdida de energía para mantenerse a flote a pesar del DAF) y fría, (la pérdida de movilidad y del conocimiento por hipotermia) pueden haber sido la causa de fallecimiento del kayakista.

Sobrevivir al Rescate
Para sobrevivir a la última etapa, si estamos en el agua debemos mantener la actitud mental positiva y una vez que el grupo de rescate llega donde estamos, la evacuación de un paciente con hipotermia avanzada debe realizarse en posición horizontal para evitar una disminución en la tensión arterial, evitar todo movimiento brusco para evitar una fibrilación y trasladar a la víctima a un centro hospitalario donde puedan tratar a pacientes hipotérmicos con control cardiológico constante.



En el caso de Chefi, de haberse ido caminando a la casa a pegarse una ducha, tanto el hecho de caminar como el agua caliente estando de pie en el baño, podrían haberle causado una fibrilación ventricular. Lo salvó el médico que sabía como tratarlo y con los elementos necesarios para el tratamiento.

Si la víctima tiembla, esta es la mejor indicación que no es una hipotermia avanzada y, en principio, no requiere de intervención hospitalaria, sin embargo si estuvo temblando mucho tiempo debemos estar atentos al consumo de las reservas de energía y la evolución de su estado de conciencia.

En ningún caso administraremos alcohol en pacientes hipotérmicos. El alcohol inhibe la gluconeogénesis, lo que disminuye la capacidad de proveer glucosa y mantener los temblores. Esto aumenta el enfriamiento y la hipotermia.

En resumen, la supervivencia en el agua fría en cualquier situación depende de

La habilidad para controlar la respuesta golpe de frío,
La habilidad de nadar y mantener la vía de aire permeable,
La disponibilidad de un DAF,
La disponibilidad de “algo flotante” que nos permita mantener el cuerpo fuera del agua
La ropa que nos aísle del frío del agua y la convección
La decisión de nadar o esperar el rescate
La disponibilidad de equipo de señales y capacidad de usarlos
La proximidad y posibilidad de un rescate.
La actitud mental positiva y la voluntad por sobrevivir.

En el próximo artículo, pondremos todo esto en “Acciones a tomar cuando remamos en agua fría”.

Saludos y Buena Remada!


Santiago M. Arias